jueves, 22 de marzo de 2007

¿Dias tranquilos en Bariloche?





Casi una semana en Bariloche, ciudad turística rodeada de preciosos lagos, procedentes del deshielo.

De pronto se me acumula el trabajo (cosas que tengo que enviar a España) y comienzo a conocer los cibercafés de la zona mejor que los cerros.

Aquí cuelgo algunas fotos de los lagos cercanos, sobre todo el Nahual Haupi, vistos desde el cerro Campanario.

Por la ruta 40





En autobús por la ruta 40. Dos días.



Dos días enteros dan para mucho.



O para muy poco.



La ruta 40 va de El Calafate a Bariloche (tal vez siga, pero a mí me sirve este tramo).




Una gran parte del recorrido es por ripio. Ripio en Argentina no es un mal poema. Es una pésima carretera.






La publicidad decía que era un viaje por la mítica ruta 40.

Y uno piensa... ¿mítica por qué? ¿quién pasó por ella? ¿Otro grupo de incautos turistas? ¿Sirve eso para forjar un mito?

Mi compañera de asiento ve "Ray" en un reproductor portátil. La mujer de atrás, la que se parece a Mia Farrow, habla en dos idiomas diferentes a su hija pequeña. Inglés y Francés.


Detrás de mi, un chico, luego sabré que llama Andy y es inglés, lee el mismo libro que yo en la edición inglesa. El libro que, en cierto modo, me trajo aquí. "Patagonia" de Chatwin. Al inglés le saco unos cuantos capítulos de ventaja. Con un día de viaje por delante, esa ventaja es una desventaja. No he traído más libros.


La novia alemán del diseñador catalán que viaja en una de las primeras filas dijo que había oído que iban a asfaltar la ruta 40. Dijo que era una pena.


A veces me parece que queremos para los lugares que visitamos como turistas aquello que no desearíamos para los sitios en los que vivimos.


El paisaje de la Patagonia.
Si te dicen que es bonito, no les creas.
Difícil imaginarse algo menos interesante. Una especie de eterno desierto pedregoso, con plantas verdosas y secas. De vez en cuando, un río. Algún árbol suelto. Un ñandú, un caballo, una vaca.
Pero sigue... y sigue... y uno mira por la ventana y... comienza a encontrarle algo. Creo que lo del viajero con el paisaje de la Patagonia es una especie de Síndrome de Estocolmo. Te secuestra y... poco a poco comienzas a encontrarle algo, alguna virtud oculta.
Tras la ventana, recuerdo lo que dijo Mercedes Álvarez en aquél seminario sobre documentales al que asistí hace unos años: decía - más o menos - que sólo a partir de cierto momento, cuando uno ya ha obtenido la información, comienza de verdad a ver lo que tiene ante los ojos.
Quizás para ver de verdad, hace falta ver durante más rato...

sábado, 17 de marzo de 2007

Buenas noticias

A veces las noticias te sorprenden en lugares inesperados. Recuerdas dónde estabas cuando te enteraste de la muerte de Lady Di, de los atentados de Madrid, de los de Nueva York (por este orden: en un coche, recién llegado de Francia, en casa, en la cama, por la mañana y en... una visita a la cárcel - va en serio- ).

Pues bien, en un bullicioso albergue de Bariloche, mientras un antiguo batería de Sabina le cuenta su noche de borrachera a un amigo al que llama "boludo" todo el tiempo, me conecto a Internet. Y entonces lo veo. En portada de Elpais.com, en portada de Elmundo.es y seguramente en casi todos los demás periódicos digitales de España, ahí está.
"Bajo las estrellas, de Félix Viscarret, triunfa en el Festival de Málaga".

Sí, ese es el Félix sobre el que he escrito alguna vez en el blog.

No sabéis lo orgulloso que me siento hoy de ser su amigo.
Os daré una pista: exactamente igual de orgulloso que ayer.
Y que mañana.

miércoles, 14 de marzo de 2007

Sobre el glaciar







El Glaciar Perito Moreno (el tal Moreno, al parecer, fue un pionero de la Patagonia, cartografió la zona y defendió los intereses argentinos a la hora de deslindar qué pertenecía a cada país).

Se puede hacer una excursión caminando sobre el glaciar gracias a unos "grampones". Yo juraría que en España decimos crampones, pero no le iba a discutir nada al guía y menos viendo esa especie de piolet que llevaba en la mano.

Adivinad a quién se le cayeron las gafas de sol por un sumidero del glaciar...


Fitz Roy



Dos imágenes del Fitz Roy, la última de ellas, desde la laguna Capri.

Este pico, creo que el más alto de la Argentina, se visita desde El Chaltén, un pequeño pueblo de casas de madera en el que paso esta noche.



Casa de madera



Mi albergue en El Chaltén.

En la casa de madera de la derecha están los dormitorios, la de la izquierda es la recepción, cocina, y zonas comunes.

Os recomiendo venir. Es un pequeño paraíso. Eso sí, no se lo digáis a demasiada gente.

El adolescente



Cuando comenzó el regreso, el solitario viajero sintió que tenía el suave sol de las seis a la espalda. Vio su sombra proyectarse ante él, como un paseante silencioso que le precediera por el sinuoso sendero.

Tal vez por el rato que había descansado junto a la Laguna Capri, tal vez por efecto del agua fría en sus pies, tal vez por el optimismo que siempre había despertado en él esa hora de la tarde en la que el sol comienza a perder fuerza poco a poco, el paso del montañero ocasional se volvió vivo y alegre.

Y mientras caminaba de regreso a El Chaltén se sintió como uno de esos personajes de las novelas alemanas que leyó al final de su adolescencia, como Werther o Hans Castorp, revividos por el contacto con una naturaleza sutilemente domada, siempre amable, siempre generosa, siempre ofreciendo delicadamente una pequeña sorpresa que descubrir con asombro.

Y recordó los tiempos en que leía esas novelas como tiempos muy remotos en los que él, al igual que los adolescentes alemanes sobre los que trataban, no era capaz de adivinar todavía nada que pudiera detener su paso, cambiar su destino, alterar la armónica naturaleza con la que se fundía en esa juventud que el creía perpetua.

lunes, 12 de marzo de 2007



En el parque nacional de Tierra del Fuego.
Abajo, con Gabi, Chris (argentinos), tres alemanes y un matrimonio de italianos. En otro momento os hablaré un poco más de alguno de ellos.


Más fotos de Ushuaia


Evita en Ushuaia


Evita Perón también tiene un huequecito en Ushuaia. Y había ramos de flores junto a este busto.

Trabajoplacer


Bien, este blogcito está quedando muy relajado, pero, aunque no os lo creáis, también trabajo, os lo prometo.
Este es el piso de arriba de mi albergue de Ushuaia, y ahí todos los días tecleaba durante dos o tres horitas en mi portátil, que es esa máquina oscura de la esquina izquierda.
Diréis, este tipo no da palo al agua.
Pues os equivocaréis, malpensados: con esto de tener que aprovechar el tiempo y, sobre todo, de tener que pagar por Internet (y luchar con un montón de turistas por ocupar un ordenador) uno hace el trabajo más rápido que en Chamberí.

sábado, 10 de marzo de 2007

Uno de esos cumpleaños inolvidables

En su magnifico blog (no se por que, hoy este ordenador no me deja poner acentos), Miss Julie hablaba de un cumpleaños muy especial para ella, uno que celebro en Seattle con un monton de gente de diferentes paises.
Pues bien, ayer, mientras cenaba un pizza con un par de argentinos (no creo que os sorprenda sabes que los argentinos consideran mejor la pizza argentina mucho mejor que la italiana) y tres alemanes me di cuenta de que al dia siguienta era mi cumpleaños. Es decir, hoy dia 10.
Alguien saco el tema de la politica argentina (vale, creo que fui yo, esto del peronismo es para mi un enigma insondable) y, por supuesto, la sobremesa se alargo.
Asi que en cierto momento, un aleman miro la hora y el y sus tres compatriotas comenzaron a cantarme la version germana del "feliz cumpleaños", seguida de la version argentina "Que los cumplas feliz" (viene a ser el leit motiv de la tonada, ponedle vosotros la musica). Despues encontramos la version panhispanica que resulto ser "Feliz feliz en tu dia" obra de los payasos de la tele.
El argentino se quejo amargamente de las aportaciones españolas a la cultura argentina, equiparando a los payasos con los conquistadores mas crueles. Nos reimos un buen rato. El argentino se apellida Kaufmann, apellido aleman, pero, es evidentemente, miembro de la comunidad judia y estaba sentado junto a tres alemanes de Munich cantandole a un español perdido al que acababan de conocer en una excursion con canoas.
Hacia la una volvi al albergue. Me encontre un mensaje de España felicitandome el cumpleaños y hable por primera vez con otro de mis compañeros de habitacion. Un ingles de la zona de Manchester que espera aqui para tomar el ultimo barco del año a la Antartida. 11 dias en un barco hacia el sur.
De pronto, me senti como en una de esas historias de piratas, o en un relato de Jack London, un tipo iluso compartiendo dormitorio con un experimentado viajero que en unas horas se va a va a franquear las puertas de la aventura.
Y entonces, cerre los ojos, intentando no fijarme en el ruido que hacia el chino de la otra litera, y recorde de nuevo que... era mi cumpleaños y pense que iba a ser dificil ser mas feliz de lo que ya era en ese instante.

viernes, 9 de marzo de 2007



En el parque natural de Tierra de Fuego, hace sólo unas horitas. Antes de subirme a la canoa y después de comprobar que las botas militares a veces no son lo mejor para atravesar el monte.

Entusiasmado por el turismo en albergues. Creo que no volvere´a dormir con gente conocida nunca más.

jueves, 8 de marzo de 2007

¿Cuándo empieza un viaje?

¿Cuándo empieza realmente un viaje?

¿Cuando haces la maleta? ¿Cuando compras el billete? ¿Cuando compras la guía del viaje? ¿Cuando despega el avión?

Muchas preguntas.

Mi respuesta: el viaje comienza realmente cuando has dejado la mochila, la maleta o lo que sea en algún sitio mínimamente seguro y sales por fin, a la calle, libre de cargas por fin.

Hoy, cuando por fin he comprado el candado para cerrar mi taquilla del albergue, ha comenzado por fin mi viaje.

Por cierto, si alguna vez venís por ushuaia, y necesitáis comprar un candado, os recomiendo Zeila, la ferretería con más variedad. Eso sí, no olvidéis coger número, como en las pescaderías.

El Petiso Orejudo




En la prisión de Ushuaia vivió durante una temporada un individuo pequeño (eso quiere decir petiso) y orejudo.


Según explicaba nuestro excelente guía, el tal petiso se dedicó a matar niños en Buenos Aires a principios del siglo XX. A un niño, tras ahogarlo, le clavó un clavo en la cabeza.


El tipo solía ir a los velatorios de sus víctimas. Le descubrieron cuando, en el de su último cadáver, se sorprendió al no encontrar el clavo en el cráneo.


Morboso, ¿eh?


Por aquéllos tiempos, abundaban curiosas teorías sobre la relación entre los rasgos físicos y el comportamiento de los individuos.


Un doctor de origen italiano atribuyó el carácter asesino de nuestro Petiso a sus dos "anomalías": un gran pene y unas grandes orejas.


Para "alterar" este comportamiento, el médico creyó que bastaría con operarle estos rasgos físicos. Y le operaron las orejas.


Sí. Al parecer sólo las orejas. El guía no ha dicho nada de... lo otro.


PD 1: en cuanto pueda colgar fotos, lo haré (ahora tecleo en un pc de esos "capados" - sólo para navegar por la Red - en lo que no se puede conectar la cámara de fotos, tampoco introducir diskettes ni CDs)

¿Cuándo se puede decir que un viaje ha comenzado mal? (I)




¿Qué requisitos se deben cumplir para decir que un viaje ha comenzado desastrosamente?

¿Hace falta que a uno le anestesien y le roben un riñón que estaba utilizando? Bueno, si a uno no le anestesiaran, supongo que sería aún más desastroso.

¿O basta con que uno acuda al aeropuerto de Barajas con un pasaporte lleno de visados exóticos y... ya caducado? Olvidando, por supuesto, el nuevo pasaporte en el cajón de arriba del armarito que hay junto al ordenador.

Esto ocurrió y... se solucionó gracias a un taxista heroico y a los cincuenta euros que me costó ir y volver al aeropuerto de Barajas en menos de 40 minutos.

Por cierto, gracias, señor taxista. No creo que usted lea esto, pero... llegué a tiempo. Tomé el vuelo a Buenos Aires y pude entrar al país, pequeña ventaja que me proporcionó el pasaporte en vigor.

El taxista me contó que otra vez, con una chica, le pasó una historia parecida. Nunca supo si la chica había llegado a tomar su avión o no.

Hmmm... curioso, los taxistas sólo conocen una parte de las historias, se quedan en el medio del primer acto, o tal vez del nudo... pero se ven privados de conocer los desenlaces.

Pues bien, señor taxista, gracias a usted, estoy aquí en un locutorio de Ushuaia, la ciudad más meriodional del mundo (si es que meridional quiere decir sureña) escribiendo en un ciber, usando uno de esos diabólicos teclados que hacen tanto ruido cada vez que uno los pulsa.

Desde la ventana, con el logo de Telefónica, veo casas de madera pintadas de colores vistosos, unos picos nevados y un cielo muy azul. Es como Cicely (¿se escribe así?) - la de Doctor en Alaska - pero justo en el otro extremo del continente.

(Me hospedo aquí, por si alguien tiene la curiosidad)




Viaje a Argentina

Esto que sigue va a ser una pequeña crónica, un pequeño blog sobre mi viaje de tres semanas por Argentina. Ya recordaréis que hace unos meses tuve que venir por este país, pero sólo pude quedarme una semana.

Pues bien, ahora he vuelto para pasar tres más.

Hablaré menos de guión y de actualidad, haré más reflexiones pedantes e intentaré colgar fotos si soy capaz.